Puedes aplicarlas una vez por semana para evitar la sequedad en tus manos, manteniendo así su elasticidad y juventud. Además de la mascarilla semanal, debes utilizar a diario una crema que acondicione la piel de tus manos y las proteja de los agentes externos.
1. Si necesitas nutrición e hidratación inmediatas, aplasta con un tenedor medio aguacate (rico en aceites y vitamina E) y añade unas cucharadas de miel. Extiende en tus manos (principalmente en la cara superior) y deja que la piel absorba los distintos componentes de estos dos regalos de la naturaleza. Aclara con agua templada pasados 20 minutos.
2. Bate una yema de huevo y mézclala con una cucharada de aceite de oliva y una de miel. Este cóctel de juventud devolverá a tus manos toda su belleza y suavidad.
3. Para manos especialmente dañadas (secas y agrietadas) prueba a hacer tu propia agua de rosas macerando unos pétalos de esta flor (tal vez tengas en tu jardín o te hayan regalado un ramo). Ponlos en un bote de cristal hermético con 1/2 litro de agua destilada al menos durante 24 horas.
4. Cuando quieras hacer una cura de manos, mezcla unas gotas de glicerina en medio vaso de agua de rosas. Deja secar al aire, ¡notarás la mejoría!
5. Si quieres hidratarlas a diario, antes de salir de casa empapa un algodón en aceite de almendras y da unos toquecitos. Reparte de manera uniforme y tendrás hidratación y protección durante toda la jornada.
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